LOS NADADORES. Ignacio Fortún / 11 febrero-13 de marzo / Galería A del Arte. Zaragoza.

Texto de ALEJANDRO J.  RATIA  con motivo de la  exposición

SIN CUERPO

LOS DOS HOMBRES FUMAN EN LA ORILLA. LA MUJER QUE NADA
SIN ROMPER LA CORRIENTE NO VE MÁS QUE VERDOR
EN SU BREVE HORIZONTE. ENTRE PLANTAS Y CIELO
SE EXTIENDE EL AGUA Y LA MUJER LA RECORRE,
SIN CUERPO. EN EL CIELO SE POSAN LAS NUBES,
CASI INMÓVILES. EL HUMO SE DETIENE EN EL AIRE.
CESARE PAVESE

EN LOS PAISAJES ESCRITOS DE PAVESE LAS COLINAS SE IDENTIFICAN CON EL TIEMPO. EL CAMPO ES UNA METÁFORA DE LA CIUDAD Y VICEVERSA. ES EN LAS COSAS MÁS SIMPLES DONDE PERVIVE EL MITO, Y EL POETA LO PEERCIBE INTUITIVAMENTE. EL PAISAJE ES SIEMPRE UN PAISAJE QUEMADO; NOS LO MUESTRA UNA NECESARIA ACCIÓN DESTRUCTIVA DEL LENGUAJE, QUE LO QUEMA Y LO BORRA A LA PAR QUE LO DELATA Y CUENTA. EL HOMBRE ES INCOMPATIBLE CON LA NATURALEZA Y ÉSTA ES IMPRESCINDIBLE PARA ÉL, MADRE Y TUMBA, DE MODO QUE EL PAISAJE LO ES SIEMPRE CON FIGURA. LA ÉGLOGA DISFRAZA A LA ELEGÍA. DEL MISMO MODO QUE LA CIUDAD ES UN DISFRAZ DEL CAMPO. EN UNO DE ESOS POEMAS QUE PAVESE TITULA “PAISAJES” APARECE UNA MUJER QUE NADA EN UN RÍO. TODO SE DETIENE Y LA ÚNICA QUE SE MUEVE ES ELLA. DENTRO DEL AGUA, O MEJOR, EN EL TERRENO DE NADIE DE LA SUPERFICIE, LA MUJER PIERDE SU CUERPO. HAY ALGO EXTRAÑO EN LA CONCLUSIÓN DEL POEMA, CUANDO ELLA SALE Y OTRO PERSONAJE ENTRA AL AGUA. SE NOS DIJO, EN EL PRIMER VERSO, QUE A LA NADADORA LA ACOMPAÑABAN DOS HOMBRES, FUMANDO EN LA ORILLA. PERO AL FINAL, PAVESE NO NOS DICE QUE “UNO DE ELLOS” SE ZAMBULLA, SINO QUE “UNO DE NOSOTROS” NOS LANZAMOS AL AGUA.

APUNTES EN EL AGUA

Ellos, de repente, se convierten en nosotros. ¿Quién es ése que se lanza al agua? ¿Soy yo o es el otro del nosotros? O sucede que uno mismo está a la vez dentro y fuera. La poética de la pintura de Ignacio Fortún, tan próxima a la de Pavese, permite que sus personajes sean a la vez otros y nosotros, sus espectadores. Resulta un tanto indiferente, para interpretarlo así, que los personajes sean uno o varios; aunque se multipliquen, cada uno de ellos sigue estando solo. En Los nadadores, mejor que en cualquier otra de sus series, su peculiar y casi maniática manera de pintar sin pintar –que no abandona desde mediados de los noventa, agrediendo la superficie de zinc, manejando luz y opacidades– se manifiesta como una herramienta necesaria. Con esta práctica, la representación de las figuras regresa a la cueva, a una tímida convicción de que las manchas y los brillos son accidentes provocados, que heredan el idioma del azar, y que sólo cuentan con su precariedad como retórica

NADADORES. ZINC

PREPARADO. 2012. Técnica mixta sobre zinc 40×90

El prólogo a los “nadadores” está en sus “vestuarios”. Se puede pensar, al ver estas obras, que sólo son continuadoras de temas anteriores, de las escenas de Tránsito que se desarrollaban en salas de espera o en servicios públicos. Como en ellas, los personajes están juntos, pero ensimismados, y esto permite jugar con la composición de las figuras en un mismo espacio, realizando variaciones. El mundo del vestuario podría conducir, también, a la tradición de los bañistas como excusa pictórica, desde la mítica (por invisible) Batalla de Cascina de Miguel Ángel a la experimentación de Cézanne. Todo ello justificaría, sin más, los vestuarios, pero su condición real es de antesala.

NADADORES. ZINC

VESTUARIO (I). 2011 Técnica mixta sobre aluminio.140×140

Este prólogo da paso a un mundo sorprendente, que va complicándose y volviéndose cada vez más esotérico, aunque más simple en términos visuales. La primera extrañeza se produce cuando observamos las piscinas públicas, donde los nadadores hacen sus largos, cada cual en la soledad de su calle. Las piscinas cubiertas cuentan con grandes ventanales sobre paisajes abiertos. En un sueño, la piscina urbana se traslada al campo. Y desde el campo, hay unas vacas que contemplan a los nadadores. A partir de esta imagen, es otro el mundo que se abre. Las vacas se alejan y nuestra imaginación, o nuestra alma, va con ellas. La senda de los nadadores, paralela a la que abren las pezuñas de los animales, conduce al mar. Allí sobre las rocas, construida sobre un curioso andamiaje, como el molino de Bruegel, se hallará  La ciudad de los nadadores.

PAISAJE EN LAPISCINA.2013. Técnica mixta sobre zinc 40×140

Ignacio Fortún nos hace entrar en un universo particular y cerrado. Pero los sueños nos han enseñado de antemano a asumir su rareza, de modo que nos hallamos pronto como en casa. No nos extrañan las piscinas sobre las azoteas, ni los cauces de agua por páramos o bosques. En la mirada inaugural de su nadadora ensimismada, descansando sobre la corchera, están todas esas visiones. Al lanzarnos al agua, como la mujer de Pavese, perdemos el cuerpo. O ganamos un cuerpo diferente, cosa de la que entiende la Escatología. Una de las imágenes fuertes de Ignacio Fortún es la procesión de los nadadores que, montados sobre vacas o bueyes, desfilan por un paseo marítimo, frente a los bares y los apartamentos playeros. En la realidad aparente se cuela la otra realidad. La imagen del hombre sobre el bóvido enlaza con las ilustraciones de una leyenda zen. Y el animal que nos guía hacia el horizonte, punto de fuga de la perspectiva, es avatar del psicopompo, del ser que acompaña al hombre al más allá. No es nuevo que la natación se vincule a la muerte y al olvido. El catártico “nadador” de Cheever se fabrica un río de piscinas que lo conduce desde la desmemoria a un despertar parecido a la muerte. El saltador de la tumba de Paestum, se lanza al agua amniótica, aunque en la otra orilla sepa que ha de esperarle un juicio. No hallará olvido sino despojo. Allí no sirven ni propiedades ni engaños; la desnudez es el vestido del nadador. Una parecida desnudez expresiva va aligerando las formas en Ignacio Fortún. Obras como Despedida o Travesía recuerdan en su composición a las elegías arquetípicas del paisaje clásico, las escenas de embarque y despedida que pintó Claudio de Lorena. Pero se aproximan también a la ligereza de la pintura oriental.

Alejandro J. Ratia

AQUÍ ESTÁN. 2013. Técnica mixta sobre zinc 70×90

EL SUEÑO DE LOS NADADORES.2013. Técnica mixta sobre zinc.70×120

Vacas. Nadadores

AGUAS TRANQUILAS. 20012 Técnica mixta sobre aluminio (díptico) 120×85

Vacas . nadadores

DESPEDIDA. 2011 Técnica mixta sobre aluminio. 140×140

TRAVESÍA. 2011 Técnica mixta sobre zinc. 90×130

Vacas. Nadadores

SENDA DE LOS NADADORES. 2013 Técnica mixta sobre zinc 180×70

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